En el vasto universo literario de Julio Cortázar, el cuento “Axolotl”, publicado en 1956 dentro de la colección “Final del juego”, se erige como una obra maestra que explora las profundidades del ser humano y su relación con el mundo natural. A través de la fascinante figura del axolote, una salamandra acuática originaria de México, el autor nos invita a sumergirnos en una introspección profunda sobre la identidad, la memoria y la transformación.
Un encuentro fortuito y el inicio de una obsesión:
El relato narra la experiencia del protagonista, un escritor argentino que reside en París, quien durante una visita al Museo de Ciencias Naturales de la ciudad queda cautivado por los axolotes que habitan en un acuario. Su mirada se fija en estos seres anfibios, con sus branquias plumosas y su expresión inmutable, y una extraña fascinación comienza a apoderarse de él.
El axolote como espejo del alma:
A medida que el protagonista observa a los axolotes, estos se convierten en un espejo que refleja su propio ser. Su quietud y aparente falta de conciencia lo llevan a cuestionar su propia existencia, su lugar en el mundo y la fugacidad del tiempo.
La transformación como anhelo:
El axolote, con su capacidad de regenerarse y vivir en dos mundos, agua y tierra, representa para el protagonista la posibilidad de una transformación radical. Anhela escapar de su vida monótona y sumergirse en una existencia más primitiva, más conectada con la naturaleza y libre de las ataduras de la sociedad.
Un final abierto a la interpretación:
El cuento concluye con el protagonista obsesionado con la idea de convertirse en axolote. Su deseo de transformación se vuelve cada vez más intenso, hasta el punto de que su propia identidad comienza a difuminarse. El final abierto invita al lector a reflexionar sobre los límites de la identidad, la posibilidad de trascender la realidad y la búsqueda de un sentido más profundo en la existencia.
Más allá de la literatura:
“Axolotl” no solo es una obra literaria de gran valor, sino también un texto que ha trascendido el ámbito literario para convertirse en una referencia cultural. La imagen del axolote, impregnada de simbolismo y misterio, ha inspirado a artistas, músicos y filósofos de todo el mundo.
En definitiva, “Axolotl” es un cuento que nos invita a realizar un viaje introspectivo, a cuestionar nuestras certezas y a explorar las infinitas posibilidades del ser humano. La obra de Cortázar nos recuerda que la realidad no es siempre lo que parece y que la verdadera transformación reside en la capacidad de abrir nuestra mente y abrazar lo desconocido.